sábado, 23 de octubre de 2010

Correo del Orinoco entrevista a Miguel A. Pérez Pirela

                                         por Wiston Márquez-López

“Quienes se esconden detras de palabras difíciles ocultan su ignorancia”

Se acuesta a las 8:00 pm para poder levantarse todos los días a las 3:30 am, a excepción de los sábados, día en que se desconecta de todo y se dedica por completo a su familia. Su rutina se inicia en el estudio de Venezolana de Televisión, de donde sale "cayendo y corriendo" para la sede del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) en Sartenejas. Allí se pone el traje de Vicepresidente y comienza el maratón entre libros, informes e investigaciones. Así transcurre, de lunes a viernes, la vida de Miguel Pérez Pirela.

A los 17 años de edad, gracias a una beca, salió de su casa en los bloques del Inavi en la urbanización Raúl Leoni de Maracaibo. “Estuve 11 años ininterrumpidos en Europa. Regresé hace seis años para trabajar como investigador en el IDEA”, refirió.

Para él ni la objetividad ni la neutralidad existen. “Existe la honestidad”, acotó.

-¿Cómo aparece Miguel Pérez Pirela en esta vorágine de la guerra mediática?

-Soy un investigador en filosofía política que pasó 11 años de su vida viviendo en Europa. Allá estudié en la Universidad Gregoriana de Roma, en la Universidad Roma III y en la Sorbona de París.

-Con ese currículum académico de élite, ¿cuándo te aproximaste a la guerra contra el capitalismo salvaje?

-Me especialicé en la crítica al neoliberalismo. A mí me dieron todos los instrumentos para ser tremendo escuálido. Tengo la formación de todo el “establishment” académico del mundo. Pero esa es mi mejor arma. Conozco al monstruo desde su espíritu.

-¿Eres un filósofo entregado al análisis mediático?

-Antes de que existiera el periodismo, a la astronomía, a la biología, a todo se le llamaba filosofía. Yo mantego ese legado. Muchos piensan que soy periodista, pero soy filósofo. Nosotros analizamos la realidad completa y ahora me toca analizar los medios bajo la perspectiva de la crítica, que viene del griego “ruptura” y significa “pensar algo”. Porque no se trata de lo que diga sobre las noticias, sino de qué noticias escojo y cómo las escojo.

-Siempre se ve al filósofo como un ser entre lo etéreo y lo terrenal. Insisto: ¿cómo llegaste a esta guerra mediática tan contaminante?

-El mundo es contaminante y está bien contaminarse con él. En Venezuela, desgraciadamente muchos intelectuales se han vendido como académicos que están fuera del bien y el mal, de eso que llamas contaminación. Eso es una falsedad.

Jean-Paul Sartre era filósofo con “F" mayúscula; tenía militancia política, y Focault también. El pensador tiene que ensuciarse las manos, sobre todo en este país, en el que la teoría fue dejada atrás por la práctica. Los teóricos nos decían lo que teníamos que hacer, pero ahora el pueblo actúa y a nosotros nos toca ir,detrás, para teorizar lo que la gente está haciendo.

-¿Acabamos con la "generación boba"?
-A nosotros nos tocó ser víctimas de la generación boba. Los que estamos entre los 25 y los 45 años, vivimos la idea de que el último que pensaba era Arturo Uslar Pietri. Toda nuestra generación fue capada intelectualmente. Pero hoy es necesario decir que hay quienes sabemos y nos gusta pensar, y que no creemos que para ello nos haga falta tener una cátedra. Podemos hablar con muy alto nivel perocon un lenguaje que tenga impacto. Creo que quienes se esconden detrás de palabras difíciles es porque están ocultando su ignorancia. Ese es el reto que le toca al filósofo revolucionario.
-¿Dónde dejaste el “vos”?

-¡Jajaja! Si me repica mi papá, ya verás que no lo he perdido.

CON MUCHAS LECTURAS

-¿Cayendo y corriendo de dónde salió? ¿No es un nombre que se presta a muchas lecturas?

-En el IDEA tenemos un área de reflexión sobre los medios de comunicación. Por lo general los intelectuales vemos a los periodistas fajados trabajando, y lo que hacemos es criticarlos. He escrito mucho sobre medios, y me retaron. Y aquí estoy: sacando y desmontando a los medios de extrema derecha con un gesto de rap, con una cámara arriba. El nombre es una expresión muy maracaibera y creo que la mejor lectura es no tener lectura. Cada quien lo interpreta a su manera.

-¿Analizas divirtiendo?

-No sé si divierto, pero yo sí me divierto con el bajo nivel de El Nacional, de El Universal. Si yo sacara a El Nacional tan serio como la cara de muerto de ellos, el programa no tendría razón de ser. Cayendo y corriendo es 50% contenido y 50 forma.

-¿Te han criticado mucho?

-Sí, pero lo que más me ha dolido son las críticas de amigos periodistas que dicen que así no se hace un programa de televisión, que eso no es lo que les enseñaron en la universidad, que hay que mirar las cámaras así, que hay que tener un telepronter, ser más serio. Un tecnicismo balurdo. Me entristece lo conservadores que pueden llegar a ser los periodistas revolucionarios.

-¿Crees necesaria una revolución dentro del periodismo venezolano y revolucionario?

-Está sucediendo. Cuando me tocó abrir el operativo para las elecciones del 26 de septiembre, dije que el triunfador de la campaña electoral fue el sistema nacional de medios públicos. Esta campaña fue muy estética. Mostramos muchas cosas lindas. Sin embargo, hay que luchar contra el conservadurismo de los periodistas. Basta de hacer televisión como si fuera radio.
 
-Dicen que hablas muy lento y que eso no está acorde con el tipo de programa que conduces.

-Tenemos que acostumbrarnos al tiempo del pensamiento. Tanto CNN como los canales nuestros tienen el mismo lenguaje, las mismas muletillas, las mismas cadencias, los mismos tonos de voz. Ese es el tecnicismo y el formateo que se hace desde las universidades. Me han criticado hasta el acento maracaibero, porque aquí en la televisión no hay que hablar con regionalismos, sino con la misma velocidad y las mismas muletillas: “así es”, “efectivamente”, “en lo que será”.

-¿Cómo combatimos eso en esta revolución?

-Si seguimos utilizando los mismos mecanismos, el mismo lenguaje y la misma forma de los grandes medios transnacionales, estamos perdidos. Nosotros tenemos que ser más creativos y responder por donde ellos menos se lo esperen.

-¿No temes convertirte en un divo? Eres de Maracaibo y el ego es algo...

-No me voy a contaminar con eso. Te prometo que no. Y si algún día ves un gesto de eso en mí, te reto a que me lo digas públicamente

LA ÑAPA

–¿Qué le dirías a Obama?–Que EEUU deje de invadir otros pueblos.

–¿Y a Chávez?–Que aplique las tres R al cuadrado, porque es la única manera de darle continuidad al socialismo.

– Fidel Castro tiene razón?–Le pediría que siga dándonos muestras de verticalidad revolucionaria. Fidel Castro es un paradigma

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