domingo, 26 de julio de 2009

¿Existe investigación sociopolítica desde la revolución?

Miguel Ángel Pérez Pirela

Todos hablamos de “socialismo del siglo XXI”, “democracia participativa y protagónica”, “desarrollo endógeno”, “nueva geometría del poder”, etcétera... La pregunta es: ¿alguien ha definido sistemáticamente dichas categorías? ¿Acaso podemos seguir creyendo que la indefinición teórica de la revolución hace parte de su definición?

Hay que traer por ello a la discusión en torno a la realidad y la perspectiva de la Revolución Bolivariana las tres misiones fundamentales del investigador, el académico: la primera, generar los saberes y conocimientos referentes al ser humano como ser social o ser individual; la segunda, formar a otros ciudadanos (¿Quién está formando a nuestros ciudadanos después de diez años de Revolución?); y la tercera, aportar la sustancia de las orientaciones y decisiones en las políticas públicas.

Nosotros hablamos cotidianamente desde la revolución de la formación socio-política. Pero, ¿Formación de qué contenido? ¿A quiénes se va a formar? ¿Con cuáles formadores? ¿Formadores que fueron formados por quién? De hecho, ¿Dónde se encuentran nuestros centros de investigación sobre y desde la Revolución Bolivariana? ¿Dónde se encuentran nuestros tanques de pensamiento?

Ya basta de querer resolver el problema “intelectual” de la Revolución Bolivariana con salas situacionales. ¿Cuántas salas situacionales existen por ministerio? ¿Cuál es el resultado? La dictadura de la coyuntura. La dictadura del hic et nunc, el aquí y el ahora. El célebre “pan para hoy y el hambre para mañana”, pero ahora desde el punto de vista semántico, epistemológico, científico-social, científico-académico. Es necesario plantearnos entonces, la creación de centros de investigación científico-sociales socialistas, Bolivarianos, progresistas, de izquierda... Son necesario, ¿dónde están?

Existe el Centro Internacional Miranda (CIM), existe el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, existe el Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) y existen los pos-grados que ofrece la Universidad Bolivariana. Pero, en la mayoría de los casos, estos centros de pensamiento están desprovistos de investigadores de planta, resumiéndose éstos a personal contratado, asesores y estudiantes. No podemos darnos el lujo de seguir reflexionado en términos de individualidades, por muy geniales que sean; tenemos que comenzar a estructurar, primero que todo, centros de investigaciones con investigadores jóvenes, con investigadores que se formen en alto nivel, con investigadores que convivan con las comunidades, con investigadores que sean investigadores de planta, y no solamente asesores, invitados o estudiantes.

Una vez que se creen los centros de investigación que contrarresten la hegemonía de la investigación por parte de la derecha, podríamos entonces erigir una segunda propuesta bien empírica: estructurar redes de centros de investigación. Tenemos suficiente talento humano e intelectual, pero no están estructurados en centros que investiguen; no solamente que hablen sino que escriban y que formen; que tengan revistas académicas; que tengan impacto “granacional”, que convivan con las comunidades, como también con organismos internacionales. Todo esto proveerá las condiciones estructurales necesarias para que se pueda investigar realmente a partir de lógicas socialistas y no de meros individualismos.