lunes, 26 de julio de 2010

Del Estado al paraEstado venezolano: Consideraciones de una injerencia silenciosa

Ver artículo en RET Revista de Estudios Transdisciplinarios Vol. 2. N° 1. Caracas, enero-abril 2010:
From the Venezuelan State to the Venezuelan para-State: Considerations on a Silent Intervention
Miguel Ángel Pérez Pirela
Today, Venezuela is the scene not only of paramilitary activity but also of very specific actions aimed at building a silent “para-state” in Venezuela to the image and likeness of Colombian para-states. The strategy of building parallel states to the traditional figure of the state, characterized by: defined borders, united armed forces and a unique, common and recognizable head, is part of the mechanisms of U.S. inherency in Latin America in order to deconstruct nation-states and strengthen its position in the world. The players in this intervention system are mainly the DAS-CIA and the paramilitary and Colombian oligarchy financed through drug trafficking. So far, crimes such as hired killers, express kidnapping, a variety of blackmail systems (the so-called vaccines), neighborhood delinquents (“azotes de barrio”) and massacres with a heightened level of violence have been the first demonstrations of such para-state, since it is through them that it seeks to destabilize society. But there are two links that are far more alarming, because they deal not only with the structural point of view but also with a situational point of view of the life of Venezuelans: to overthrow the government and deconstruct the Venezuelan state. In this context we can say that the existence of the Venezuelan state is not only at stake, but also its existence based on the model of participatory democracy.
Keywords
Para-state, para-nation, paramilitary, intervention, participatory democracy.

sábado, 24 de julio de 2010

Prólogo al álbum de Bituaya (música electrocaribe y r-evolucionaria)

Bituaya: Músicas, sonidos, recuerdos, sensaciones, familia, política, cárcel, persecuciones, seducciones, percusiones y vientos y hechos y El Valle y, todavía más allá, ElValledelValle, Caracas, flotando, volando, entrando en fila china hacia nuestras almas, rosando nuestros tímpanos, masajeando nuestros cerebros, calentando nuestras gargantas, dilatando nuestros ojos, lagrimando, mojando nuestras manos, inflando nuestros pechos, demostrando de una vez por todas, de una vez en cuando, de una vez por vez, que en música, en política, en cultura, no hay r-evolución sin evolución, que todo proceso revolucionario es, antes que todo, un proceso evolucionario, evolucionado, evolucionante, envolvente, entubado, cambiado, cambiante, en el cual o corres o te encaramas, en esas camioneticas vallecocheras que te pone la vida, de vez en cuando y de cuando en mes, para subir, seguir, salir, viajar, estar, en una, en dos, en tres, en cuatroycincoyseis, y sieteyocho y nuevesydiez temas de un álbum, de este álbum, nueveydiez verduras de un saco, nueveydiez radios, en un camioncito, de Radio Verdura, de radio Bituaya, victoria, VIC, BI, tuaya, que no tira esa toalla, sudada, una vez enarbolada por son y sones, por sontizones, toalla roja, criminal, enorme, malandra que, entonces, cuando tenía que ser, fue, envolvió “nuestraméricaleatina”, de músicas, sonidos, recuerdos, sensaciones, familia, política, cárcel, persecuciones, seducciones, percusiones y vientos y hechos y El Valle, y todavía más allá, ElValledelValle, Caracas, y todavía más lejos, más allá, qué hacer, qué explorar, a quién joder y a quién cantar, improvisar, acariciar, tocar, romper, amar, criticar, qué habrá después de El Valle, después del fuerte, de Tiuna, de TiunaElFuerte, después de sueños, arquitectónicos alejandrinos, de ciudades de contenedores de sueños colocados unos encimas de los otros sueños de menores grafiteando, hiphopiando, produciendo sueños, radio y danza y violines y armas de destrucción masivas, que son letras y sones, y notas, y trazos, y noches, y rumbas, investigaciones, pero qué, y después qué, a dónde se va, dónde se llega, en qué espaciotiempo ordenar, estacionar el camioncito de radioverdurasontizóntiunaelfuertelaboratoriodeartesurbanas, dónde parqueamos a Piki, dónde guardamos a Aquiles, dónde ordenamos a Ernesto, en qué estante va Kronopio, si ya todo comenzó, recomenzó, inició, evolucionó, y otra vez nos toca salir despavoridos, desesperado, despeinados con las manos en la cabeza y descamisados detrás de ellos, allá lejos, allá abajo, en la izquierda de la izquierda, en la zurda de los ambidiestros, “vallecoche saliendo una vez, suda, música de conciencia, afrorevolution, saliendo, Aler, aler, alerta que camina, Amer, amer, América Latina, aler, aler, alerta que camina, Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia”.
(Silencio de corchea)
“Desde aquí te diviso Bituaya, más escondío que los vietnamita, con un cuba rebelde en la mano, maraqueando a lo venezolano…”.
(Silencio de negra)
Posdata a los consumidores de Bituaya: “Te volteas con uno con todos estás volteao”.

Miguel Ángel Pérez Pirela