Oportunidad y desafío
Ya finalmente se lanzó a la calle el Gran Polo Patriótico. Hecho que dejó atónita a una oposición que, haciendo alardes de una Mesa de la “Unidad” “democrática”, ironizaba sobre la quimera de un Polo que sólo estaba en la cabeza de Chávez.
En menos de una semana esta realidad política ya suma más de cuatro mil organizaciones inscritas, a contrapelo de la decena de partidos “cogollerísticos” de la MUD. En otras palabras, la pelea parece ser entre cogollos partidísticos de una parte, contra organizaciones sociales de otra.
Claro está, el Gran Polo Patriótico es una gran oportunidad, pero a la vez un enorme desafío donde la revolución arriesga el pellejo…
Política del erotismo
El Gran Polo Patriótico sólo es plausible si parte de una idea de inclusión, de suma (y por ningún motivo de resta), de una política erótica que no imponga, sino que vaya más bien a seducir, enamorar, con-VENCER (vencer juntos). Únicamente toma sentido el Gran Polo Patriótico si parte de una idea de pueblo amplio, mayoritario, unido en torno a una idea de Patria.
El Gran Polo Patriótico es una buena ocasión para dejarle el sectarismo y "exclusivismo" al Country Club, es una oportunidad única para romper aquel secreto a voces que “sin el PSUV no hay paraíso”.
El Gran Polo Patriótico es la posibilidad misma de una verdadera, sincera, sentida crítica y autocrítica: pues resulta que, en muchos casos, aquellos a los cuales criticamos han secuestrado las 3R y las han convertido en meras consignas sin ningún contenido, para su uso personal.
Partidos Políticos y Movimientos Sociales
El Gran Polo Patriótico no debe escapar cobardemente de la natural antítesis entre partidos y movimientos sociales, sino más bien convertir dicha antítesis en síntesis patriótica: Si la Patria fundamenta este “movimiento de movimientos” nada debe temer el PSUV, el PCV, etc., de los movimientos sociales, ni éstos de los partidos políticos.
Claro está, más allá de los partidos y movimientos sociales tenemos que cuidarnos también de los individualismos narcisísticos. El individualismo, la competitividad y la “guerra de todos contra todos” son características y “valores” propios del capitalismo: ¡qué no se lo robe ahora por nada del mundo el socialismo!
Nulidades engreídas
Imitar a Chávez, hablar como Chávez, gesticular como Chávez, saludar como Chávez, no es ser Chávez: el pueblo prefiere el original a las copias.
(Por cierto, para los que ya comenzaron campaña: En televisión el tiempo en pantalla es muchas veces inversamente proporcional al impacto en l@s usuari@s).
Que no secuestren los individualismos, ni los partidismos, a los movimientos sociales que harán vida en el Gran Polo Patriótico. Pero que tampoco los movimientos sociales inscritos y sus voceros sean meros representantes discretos de este o aquel.
Por otra parte, no hay que olvidar que la mejor campaña electoral de la oposición la puede estar haciendo la ineficiencia y el burocratismo de esos que Luís Britto García llama las “nulidades engreídas”.
La posibilidad de concretar el Gran Polo Patriótico es, al mismo tiempo, la oportunidad de convertir en letra viva la democracia participativa y protagónica inscrita en nuestra Constitución: no esperemos ni democracia, ni participación, ni protagonismo popular en los cogollos de la MUD.
Mientras los movimientos sociales están llamados a realizar un trabajo de resistencia, los partidos políticos deben hacer un ejercicio de tolerancia: ahí se encuentra el mayor desafío del Gran Polo Patriótico.
El Gran Polo Patriótico debe, dentro de la disciplina revolucionaria, propiciar la indisciplinariedad y creatividad en el debate político nacional.
Sólo se entenderá el Gran Polo Patriótico si se conciben los partidos políticos como condición necesaria, pero no suficiente.
Sólo se comprenderá el Gran Polo Patriótico si se conciben las “nulidades engreídas”, como condiciones necesarias y suficientes para perder las elecciones.
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