Columna Cayendo y Corriendo
Miguel Ángel Pérez Pirela
Seré breve esta vez. A través de columnas publicadas en El Correo del Orinoco, en mi programa Cayendo y Corriendo y en el portal La Iguana.Tv, durante meses hemos formulado varias hipótesis sobre escenarios preelectorales en Venezuela. Hoy, a escasos seis días del histórico 7 de octubre, sólo los llamo a votar consciente, patriótica y amorosamente.
La brecha entre Hugo Chávez y Henrique Capriles será determinante para que haya paz o violencia el 8 de octubre en este país. Ese margen de diferencia sólo dependerá de tu voto.
No votar por Chávez el 7 de octubre, significa validar la amenaza que hiciera Ricardo Koesling de sacar chavistas a plomo parejo. No apoyar a Chávez es avalar la guerra civil que dijo Eduardo Semtei ocurriría en Venezuela durante 90 días, a partir del día de las elecciones. No votar por Chávez significa contribuir a incendiar el país como lo planteó Yon Goicoechea y a sacar por el pelo a ciudadanos venezolanos de sus casas como lo hicieron Capriles y Leopoldo López el 12 de abril de 2002. No respaldar a Chávez es permitir que los más pobres vuelvan a comer perrarina; es aceptar "paquetazos" y reeditar Caracazos. En fin, no votar por Chávez es cambiar a nuestro Presidente por "Jaimes Lusinchis" y "Carlos Andrés Pérez".
Cómo se habrán dado cuenta esto más que un artículo de opinión, es el llamado de un joven que durante dos años se ha comunicado ininterrumpidamente con millones de venezolanos por la TV y que no tiene la menor duda de que el improbable triunfo de Capriles Radonski traería un 11 de abril prolongado durante seis años, que estaría caracterizado por persecuciones, torturas y exilios: es ésta la única forma de gobernar que tiene la derecha en Latinoamérica.
En fin, yo saldré a votar el 7 de octubre para que Venezuela siga en paz el 8.